6/9/09

[FIC] Sora he

Ficha técnica
Título:
Sora he
Obra: Prince of tennis
Personajes: Sanada Genichirou, Yukimura Seiichi, Yanagi Renji & Yukimura Asuka (Rikkaidai)
Apto para: Diría que nadie hace caso de estas cosas. Pero seguramente (aunque no en este volumen) contenga palabras malsonantes, temas de adultos (alcohol, violencia, sexo, etc) en realidad no lo sé, porque acabo de empezar a escribirlo equisdé
¿Por qué SORA HE?: Por que ya que el primer fic tenía nombre de canción este no iba a ser menos. Además, lo he utilizado como parte del propio fic.
Autora: Misanglea
Contador de palabras: 1000 el segundo volumen.
Disclaimer: Ninguno de los personajes del Rikkai me pertencen. Todo es obra original de Konomi Takeshi, excepto mi personaje original Yukimura Asuka.
Nota: Antes de empezar, me gustaría deciros que éste fic es el comienzo de uno grande, en realidad éste fic (o llamémoslo "capítulo") es un preambulo para que conozcais al personaje y todo lo relacionado con ella y sus relaciones con los chicos del Rikkai. Por último, me gustaría añadir que hay ciertas palabras en japonés (senpai, buchou, fukubuchou, aniki) y frase que está en japonés es la más conocida de Seiichi, que viene a significar algo como "Os he dado muchas molestias".
Recomiendo escuchar mientras se lee: Sora he - Kogarasumaru [Air gear musical]


Apenas quedaban 7 minutos para que el horario de visitas se terminara en aquel hospital universitario en el que guardaban celosamente al querido por todos Yukimura Seiichi. Aquella chica caminaba rápidamente por los pasillos, incluso aunque llevaba en el bolsillo su tarjetita de familiar. En sus manos llevaba un hermoso ramo de flores (que había escogido y fabricado ella misma con las flores que había estado cuidando desde hacía tiempo) y un montón de cartas de chicas del instituto que estaban enamoradas de su hermano.
Seiichi se avergonzaba de su éxito entre el público femenino de la escuela Rikkai, pero su hermana pequeña entendía que hubiera gente que se enamorara de la belleza delicada que poseía su aniki.
Tras identificar las voces que provenían del interior de la habitación de su hermano, abrió la puerta pidiendo permiso. Una de las voces era la siempre seria y misteriosa voz de Sanada Genichirou, con quien había estado ya anteriormente ese día. La otra provenía de la persona más calculadora e interesante que había conocido Asuka. Era la voz de Yanagi Renji, única persona en el mundo a la que denominaba senpai, y ni si quiera ella sabía por qué.
Los tres chicos, los demonios del Rikkai, dirigieron sus miradas a la chica, quien no se detuvo ni un instante. Inmediatamente fue a poner el ramo de flores en remojo y ponerla en la mesita de noche que estaba a la diestra de Seiichi.
- ¿Esas no son las orquídeas que tan cuidadosamente plantaste el año pasado?
Su hermana pequeña se alegró de que las reconociera. Quizá a cualquier otra persona se le hubiera pasado por alto aquello, pero tratándose de su hermano, quien la había inculcado todas sus enseñanzas sobre la jardinería, era perfectamente lógico que entendiera todo el significado que llevaban esas orquídeas.
- ¿No son preciosas? Han florecido en excelentes condiciones
- Florecieron porque otra pequeña flor estaba creciendo con ellas.
Su hermana hizo caso omiso del piropo que su hermano la había lanzado y le entregó las cartas.
- Os dejo solos para que habléis de vuestras cosas. Voy a dar un paseo por el jardín.
Seiichi sonrió abiertamente a su hermana pequeña.
- Kurou kakeru.- dijo posando sus manos en las de la chica.
Caminó hacia la puerta mientras bajaba la cabeza en señal de saludo a los otros dos chicos.
- Espera, te acompañaré. Una chica no debería caminar sola a estas horas.
Las fuertes manos de Sanada la agarraron del brazo y la hicieron parar.
- No hace falta. La acompañaré yo. De todas formas es hora de que me vaya marchando.- dijo Renji mientras se ponía de pie- Seiichi, espero que te recuperes muy pronto.
El chico avanzó y quitó suavemente las manos de Sanada del brazo derecho de Asuka, para después agarrarla él y dirigirla fuera de la habitación. El silencio reinaba a esas horas en el hospital, Asuka no se había dado cuenta de ello hasta que no empezó a andar con su senpai. Se mantuvo detrás de él, a dos pasos exactos, observándole con curiosidad, intentando descifrar que es lo que estaba pensando aquel chico de pelo moreno y ojos duros.
Renji estiró elegantemente su brazo derecho y llamó al ascensor, que se abrió pesadamente. Al ser un ascensor público y no para el personal, era más bien un ascensor pequeño, ambos entraron y sintieron que aquel sitio se hacía incluso aún más pequeño. Obligándoles a permanecer demasiado unidos. Aunque era sólo un sentimiento.
El chico respiró lentamente, evadiéndose de todos sus problemas, aspiró el olor que provenía de la pequeña Asuka, que siempre olía a hierba recién cortada y a flores recién regadas. Eso era lo que más le gustaba a Renji de Asuka, el aroma natural de la chica. Sin necesidad de usar colonias, simplemente oliendo a naturaleza. En aquel ascensor, en ese espacio tan reducido es cuando disfrutó de veras aquel olor. Parecía estar tumbado en un gran valle de césped recién cortado con flores a su alrededor que le ascendían al cielo.
Miró débilmente a la chica, que jugueteaba con un mechón de su pelo, alisándolo y toqueteando las puntas despreocupadamente. Sin querer esbozó una sonrisa cauta. El ascensor se abrió y ella salió bajando el ritmo de sus pasos hasta que Renji se puso a su lado.
- Así que… hoy te quedarás a dormir con Seiichi.
- Sí, otra vez- dijo casi inaudiblemente ella. Renji ignoró el comentario.
- ¿Puedo preguntarte algo?- ella no respondió, simplemente esperó- ¿De dónde sacas las fuerzas suficientes?
Asuka no supo como tomarse el comentario, así que torció la boca en señal de disgusto. Después se tocó los labios con la mano izquierda y miró al chico.
- La cuestión no es de dónde saco esas fuerzas senpai, la cuestión es por qué las saco. Y sin duda alguna es por Seiichi. Y por mis padres.
Renji observó curioso a la chica, y a la respuesta que le había proporcionado, con la cual no había contado.
- Debes de estar agotada- añadió finalmente
- Procuro no pensar en el cansancio.
¿El mundo era así de silencioso? Alrededor de los cálculos de Renji y de todo su mundo de probabilidades el mundo parecía un 99% más silencioso. Eso era algo que le fascinaba a Asuka. Que solamente oía la voz de su senpai cuando estaba cerca. Era como… como si sólo acertara a oír su voz y todo lo demás se quedara mudo por unos instantes.
- Eres una buena chica
Suspiró pesadamente.
- Soy una buena hermana e hija. No chica.
Sin embargo Renji no rectificó, no pidió perdón ni pareció arrepentido.
- Genichirou nos habló esta tarde de su visita a tu casa. Nos contó el pequeño enfrentamiento que tuviste y cómo acabo la historia resuelta. Asuka si eres una mujer compórtate como tal y no te enfades por una simple opinión. Quizá para Genichirou y para tu hermano eres una mujer hecha y derecha. Para mí eres una niña.


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